El verde de los árboles y el azul de los ríos que rodean a Valdivia comparten espacio en esta época del año con el multicolor y los destellos de las luces que se apoderan de las noches previas a Navidad. Es que más allá del árbol y el pesebre, hay familias que destinan recursos y tiempo, pero por sobre todo cariño para tapizar hasta el más mínimo rincón de sus domicilios con renos, muñecos de nieve, botas, bastones y una extensa lista de adornos que no dejan indiferentes a los transeúntes.