El reciente sistema frontal que golpeó la Región Metropolitana, con lluvias de cerca de 60 mm por metro cuadrado y vientos de hasta 120 km/h, reabrió un viejo debate sobre soterrar las líneas eléctricas. La caída de árboles en al menos 20 comunas y el masivo y prolongado corte de suministro eléctrico que afectó a 800 mil clientes -desatando protestas en las calles por hogares con más de 100 horas sin luz- volvieron a instalar la interrogante sobre la necesidad de optar por esta alternativa como una solución…