Llevaba tiempo sintiendo que tenía poca energía y mucha dificultad a la hora de concentrarme, con un ánimo que dejaba mucho que desear. Me había vuelto pesimista e irritable y mi digestión se estaba volviendo lenta y pesada. Parecía simplemente una mala racha… Sin embargo, mis problemas digestivos me hicieron acudir a una nutricionista que le puso nombre a lo que me estaba pasando: “Inflamación crónica o de bajo grado”…
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‘ Inflamación crónica: qué es, síntomas y cómo evitarla | Vogue