La creencia de que el futuro será mucho mejor que el pasado y el presente se conoce como sesgo optimista. Aunque ese futuro mejor sea a menudo una ilusión, el optimismo tiene claros beneficios en el presente: nos tranquiliza, reduce el estrés y mejora la salud física. Merece la pena cultivarlo de manera sana. El primer requisito es ser capaces de imaginarnos a nosotros mismos en el futuro.
Ver el original de la noticia:
‘ 8 hábitos para cultivar el optimismo inteligente (el arte de ponerte en lo mejor con los pies en la tierra) | Telva.com