Ahora es la revista Nature la que además ha publicado un estudio realizado por científicos de la Universidad Médica y Dental de Tokio que demuestran cómo una alimentación alta en grasas y un consumo inadecuado de estas favorece la caída capilar. «Este fenómeno se vincula directamente al agotamiento de las células madre del folículo piloso, la base misma de nuestro pelo, bloqueando su regeneración y obstaculizando su crecimiento futuro».