¿Perfeccionista tú? Sí, y a mucha honra. Aunque seguro que te dicen que tus expectativas son demasiado altas, que quieres que todo te salga bien o que eres una tiquismiquis. Al perfeccionismo se le juzga y se le critica. Pero, bien empleado, puede subir tu autoestima y motivación. La clave es conocerte bien y saber de qué tipo de perfeccionismo eres y usarlo a tu favor.