Asumida la rutina de cuidado de tu bronceado, te falta añadir el toque final que marca la diferencia, el mejor activo posible, la vitamina C. Seguro que ya sabes la cantidad de beneficios que reporta en materia de antienvejecimiento, pero quizá nunca te has asegurado, probándolo en primera persona, de la acción iluminadora que te permite sacar el máximo partido al aspecto de tu piel.