Saskia de Rothschild (37) no reniega de su origen ni de la tradición de su familia, pero está en las antípodas de la ostentación. De perfil bajísimo, lleva un estilo de vida más que austero que se refleja también en su look, siempre sobrio y relajado, tanto en ocasiones elegantes como casuales. Tal vez por eso en Argentina casi no se la conoce, a pesar de haber vivido en el país cuando tenía 21 años y ser actualmente dueña de la bodega mendocina CARO junto a la familia Catena Zapata.