Ecuador, unpaís pequeño y rico en recursos, se embarcaba hace solo una década en una audaz transición hacia la energía hidroeléctrica.Era una de las muchas naciones sudamericanas que apostaban a que sus ríos abundantes, aprovechados por presas, podrían satisfacer unas necesidades energéticas cada vez más grandes y ayudar a impulsar la expansión económica, lo que sacaría a millones de personas de la pobreza y abriría camino a una nueva era de prosperidad. Hoy, esos planes ambiciosos se enfrentan con…