Según asegura, comenzó a pensar en renunciar tras la salida del gobernador Claudio Orrego, a quien considera su amigo, y expresó su molestia hacia las lógicas partidistas: “Los partidos tienen objetivos que son específicos: llevar un candidato, sacar cuentas respecto de cuánto va a ganar, cuánto va a perder, con quién me voy a pelear, con quién no… Para mí es mucho más importante el futuro de Peñalolén”. “Cuando uno toma decisiones políticas tiene que estar dispuesto a asumir las consecuencias. El proyecto
