María Eugenia Locreille Van Wynsberghe es una de las últimas emprendedoras de la industria del chocolate de Bariloche. Piezas originales de elaboración artesanal y materia prima orgánica de calidad. Son joyas. Redondas como planetas en miniatura, o réplicas de objetos: guitarras, pelotas, zapatos de golf. Pintadas a mano, tienen un diseño y una delicadeza que da pena deshacer a mordiscos.
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‘ La chocolatera de origen belga que innova con sus bombones pintados a mano y exporta a otros países – LA NACION