El Gobierno de Rusia ha convocado al embajador de Dinamarca en Moscú para trasladarle personalmente su malestar por unas declaraciones en las que advertía a las empresas occidentales con negocios en territorio ruso de que podían sufrir nuevos contratiempos por razones políticas. Para el Ministerio de Exteriores ruso, se trata de declaraciones “provocadoras” e “inadmisibles” por parte del embajador Jakob Henningsen. Considera sus palabras una “injerencia en asuntos internos de Rusia”,