Los envíos de trigo, maíz, cebada y aceite de girasol han continuado con dificultad, pero no han cesado, mientras los funcionarios ucranianos celebran que la exportación de estos insumos esté dando un impulso económico mientras afloja la presión sobre los precios de los granos. Parte de África, Medio Oriente y Asia confían en que los envíos no sean interrumpidos por ataques en sus rutas, al tiempo que los altos precios de los alimentos empujan a millones al hambre.