A los cabos sueltos que aún existen respecto al robo en el Ministerio de Desarrollo Social, se sumó un coro de versiones desde la cúpula ministerial sobre las “señales” detrás del hecho, lo que complicó aún más al Ejecutivo. Intentando hacer el ejercicio de dejar a un lado las coincidencias y particularidades del caso, el robo de computadores y una caja fuerte en el ministerio de Desarrollo Social se apartó rápidamente de la línea estrictamente policial y se convirtió en un hecho político que volvió a dejar al Gobierno en medio de un cruce de declaraciones que han sido cuestionadas desde todos los sectores.