Cuando tenía 15 años y era estudiante de educación secundaria en el Liceo Experimental Artístico de Antofagasta, ciudad al norte de Chile, Catalina Pérez Salinas (Malmo, Suecia, 33 años) tuvo que someterse, por segunda vez en su vida, a una operación al cerebro por una hidrocefalia que sufría desde pequeña. Llegó a clases con la cabeza rapada y, como adolescente, tuvo que enfrentarse así ante sus compañeros de curso.