Siria vivió en cuestión de horas una hazaña que muchos creyeron imposible por décadas. La caída del régimen de Bashar al-Assad se consolidó en días, luego que una ofensiva relámpago de las fuerzas rebeldes les diera el control de las principales ciudades del país, hasta llegar a la capital, Damasco, donde se vivieron escenas inéditas tras la salida del dictador.