Cuando no es necesario, me gusta utilizar productos de limpieza menos agresivos y más suaves que la lejía y el amoniaco para fregar el suelo. Es en esta búsqueda por una alternativa más agradable, pero efectiva para dejar el suelo impecable, que di con un truco que lo ha cambiado para mí y para mi casa. Al añadir zumo de limón, no solo se conseguimos mantener el suelo limpio sino que, además, deja un aroma fresco y cítrico por toda la casa. Además, le da al suelo un brillo que le da vida a todos…
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‘ Desde que le pongo esto al agua de la fregona, ya no uso amoniaco y es mano de santo para dar brillo y dejar buen olor en toda la casa