La recesión y la caída del consumo son dos realidades de las que el enoturismo mendocino no ha podido escapar. Luego de las mieles que vivió durante la primera etapa de la post pandemia, donde la pronta apertura de la provincia y los competitivos valores de los servicios favorecieron la demanda de locales, argentinos y extranjeros, ahora, los números de visitas marcan mes a mes una significativa baja. Para ilustrar esto sirven las cifras aportadas por WineObs, una plataforma de reservas de paquetes enoturísticos…