El 2023, la economía chilena recibió US$ 21.730 millones de inversión extranjera directa, la cifra más alta desde 2015. Si bien el incremento es una señal de “confianza”, los expertos sugieren cautela al mirar los flujos: sólo una parte aumenta la capacidad de crecimiento de la economía y generar empleos. La mitad corresponde a participaciones en capital de empresas y la otra, a reinversión de utilidades, un 40%, y deuda relacionada. El verdadero termómetro del dinamismo de la inversión local está medido en la llamada Formación Bruta de Capital Fijo, cuyas cifras el último año muestran un fuerte deterioro.