El mandatario ucraniano y su antecesor, Petró Poroshenko, son requeridos por un delito del Código Penal ruso, sobre el que no se han entregado más detalles. Kiev acusó «desesperación» de Moscú y comparó que la orden de detención de la Corte Penal Internacional sobre Vladímir Putin «es real y ejecutable en 123 países».