Fue en febrero del 2024 que los apoderados de una menor de 15 años tomaron conocimiento de que su hija había sido víctima del mal uso de su imagen, a través del denominado “deepfake”. En concreto, tomaron conocimiento que alumnos del colegio Saint George habían tomado una foto de su rostro para insertarla en cuerpos de mujeres desnudas, a través de una aplicación de Internet. No era el único caso, pues otras tres adolescentes también fueron objeto de la misma práctica, lo que derivó en que se presentara…