Martes, 22 Enero, 2002 19:35 |
La importancia del SAMU Excelente respuesta en casos de urgencia. |
Desafortunadamente, ayer y mientras dormía siesta, un amigo y cuñado nuestro, de 49 años y lleno de vida, sufrió un síncope masivo por el que finalmente falleció. Ante la urgencia, llamamos a Help, servicio del que los dueños de casa son socios, pero indicaron que no disponían de máquina para un no socio, que era el caso. Ante esto, Javiera, mi esposa, tuvo la ocurrencia de llamar al SAMU. Inmediatamente un médico se puso al teléfono y nos dió instrucciones de resucitación --masaje cardiaco, respiración boca a boca, postura del cuerpo, etc.-- hasta que llegó la ambulancia con tres funcionarios que procedieron inmediatamente con todos los sistemas de resucitación mecánica y manual durante 10 minutos a pesar de que era evidente que los esfuerzos no darían resultado. Nos explicaron después que en el caso del síncope masivo, al contrario de otros infartos, es virtualmente imposible salvar a alguien, aunque el equipo de resucitación estuviera al lado, pero igual el intento debe hacerse. La Ambulancia estaba a la altura de la Cárcel cuando recibió el llamado y tardó 8 minutos desde Colina hasta el Km 1 del Camino a Chicureo, en la entrada al Condominio Chicureo II. Cada minuto resulta de importancia vital, desde el momento que en los primeros veinte hay posibilidades ciertas de resucitación de cualquier accidentado sin signos vitales. En este caso cabe destacar algunas cosas, la impresionante eficiencia de un servicio público en comparación a uno privado, la excelente calidad profesional y humana tanto del médico al teléfono como de los tres paramédicos --uno de ellos una mujer encantadora y de regia facha--, y lo inconvenientes que resultan los lomos de toro que obligan a estos vehículos de emergencia, de gran peso y con carga frágil, a reducir la velocidad desde los 100 o más kilómetros por hora a cero, para retomarla después lentamente ya que a pesar de ser vehículos muy rápidos, muchos de ellos sin motor turbo no tienen lo que se llama pique. En este caso la ambulancia debió enfrentar dos a la salida de Colina, por lo que perdió aproximademente 45 segundos que pueden parecer nada. Sin embargo 45 segundos, sobre todo en el caso de una resucitación, son de enorme importancia respecto a las secuelas de un cerebro no irrigado. A más tiempo pasa el daño neurológico es más grave, aunque se logre volver a la vida al paciente. Agradecemos al SAMU y recomendamos su gestión. Kiko Benítez. |
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