En "La Semana Política" de la página editorial del domingo 1 de julio, analizando las razones de un pacto electoral entre comunistas y la Concertación, se menciona como ejemplo lo que ocurrió en la elección senatorial de Santiago Poniente en 1999 (en realidad fue en 1997). Al respecto se señala: "En esa oportunidad, la postulante comunista Gladys Marín impidió que la Concertación doblara a la derecha, y aunque no fue elegida, tampoco se eligió a Camilo Escalona, con lo que resultó triunfador Jovino Novoa, de la UDI".
Esta no es más que una versión falsa que pretende justificar la estrepitosa derrota de Camilo Escalona en 1997 a manos de Jovino Novoa. Lo sorprendente es que de tanto repetirse haya terminado siendo creída por los editorialistas de "El Mercurio".
Ni los 487 mil 335 votos de la Concertación, sumados a los 174 mil 780 de Gladys Marín, ni tampoco sumando los 26 mil 794 de los humanistas y 42 mil 771 de los candidatos de la UCCP, resultaban suficientes para doblar la votación de la Alianza por Chile, que con 382 mil 286 votos alcanzó más del 34 % de los votos válidamente emitidos. La excelente votación alcanzada por Jovino Novoa de 229 mil ocho votos, ampliamente superior a la alcanzada por Camilo Escalona, Gladys Marín o Andrés Allamand en dicha elección, más el importante aporte en votos de Angel Fantuzzi, permitieron a la Alianza por Chile obtener por sí sola, y sin ayuda de nadie, un senador.
Lo que sí resulta cierto es que si todos los votos obtenidos por Gladys Marín hubieran favorecido al socialista Escalona, éste habría resultado electo, pero en dicho escenario el derrotado hubiera sido el actual presidente del Senado, Andrés Zaldívar. Reivindico, por tanto, la legitimidad del triunfo de Jovino Novoa sobre la izquierda en las zonas populares de Santiago.
El ejemplo, correctamente usado, sigue siendo muy bueno para el análisis de un pacto electoral comunista-Concertación. Demuestra que favorece enormemente a los socialistas, no garantiza que los comunistas vayan a elegir candidatos, sin duda puede perjudicar gravemente a los democratacristianos, y resulta indiferente a la Alianza por Chile cuando por sí sola tiene votación sobre el tercio para elegir sus candidatos.