Símbolo
de celebraciones, fruto de la vid, invitado en cuanta manifestación
exista, el vino ha sido parte importante de nuestra civilización
y cultura. En las sagradas escrituras, un milagro descrito, es la
conversión de agua en vino en las bodas de Canáan. En
la antigua Grecia hasta un Dios fue proclamado en su honor
Con
la llamada ley seca, en los Estados Unidos, el vino fue también
causa de profundas disputas políticas, sociales y económicas.
La revolución industrial y tecnológica de los siglos
posteriores terminó consagrándolo como un gran negocio
para los países desarrollados.
Desde
el punto de vista médico, su consumo en moderadas dosis puede
ser un excelente antioxidante, afirman los cardiólogos. Sin
embargo, el abuso como el de cualquier otra bebida alcohólica,
puede traer consecuencias severas al hígado y provocar incluso
la muerte, señalan los hepatólogos.
En forma más reciente, los especialistas en alergias han estudiado
la presencia de numerosas sustancias que pueden ser responsables de
reacciones pseudo-alérgicas, como la aparición de ronchas
urticariales o bronco-espasmo, después de su ingesta.
Para
las personas que han sufrido estas reacciones no siempre es fácil
establecer una relación causal entre el consumo de vinos o
cerveza, y la aparición de síntomas clínicos,
culpando a menudo a otros alimentos ingeridos durante las comidas.
Según
explica la Dra. María Antonieta Guzmán, Directora
del Centro de Alergias del Hospital Clínico de la Universidad
de Chile, en el vino existen numerosas sustancias, entre
ellas la histamina y los sulfitos, que se han establecido como responsables
de su intolerancia y del asma por vino. La histamina se encuentra
en diversos alimentos, y entre los vinos, son los tintos los que presentan
un mayor contenido de esta sustancia. Las mujeres tienen una menor
capacidad de degradación de la histamina a nivel intestinal,
por lo cual se produce una mayor captación de la sustancia
y una mayor incidencia de intolerancia al vino.
Los sulfitos, por su parte, están presentes en especial en
los alimentos en conserva. Entre los vinos, destaca su mayor concentración
en los blancos y rosados. Los tintos tienen un menor contenido de
sulfitos, en especial los más antiguos. La función de
los sulfitos es actuar como antimicrobianos y antioxidantes, pero
pueden producir reacciones asmatiformes, en particular en personas
genéticamente predispuestas.
Como
los síntomas de estas reacciones se pueden confundir fácilmente
con otros padecimientos, se recomienda a las personas que las han
sufrido en más de una ocasión, que consulten a un especialista
que diagnostique su posible alergia.
En
el Centro de Alergias del Hospital Clínico de la Universidad
de Chile se estudian y diagnostican estos pacientes de acuerdo con
criterios establecidos internacionalmente. Además se entregan
los tratamientos más adecuados para cada caso, a través
de la experiencia asistencial y docente.