Frente
al apoyo externo que recibieron los reos en el motín de la
cárcel de Colina II, el alcalde Mario Olavarría señaló
que la gente implicada en este hecho, corresponde a personas que se
tomaron 17 mediaguas que el municipio había instalado momentáneamente
durante el traslado del campamento Comaico.
Sin
embargo, explicó que pese a los esfuerzos municipales por lograr
el desalojo de estos pobladores, la medida quedó en manos de
otras autoridades, entidades que debían gestionar la autorización
de la salida con la fuerza pública, disposición que
no se concretó.
Cabe
destacar que en mayo de 2001, fueron trasladadas 170 familias pertenecientes
al entonces Campamento Comaico, y 150 familias de La Ribera de acuerdo
al “Programa de Erradicación de 900 Campamentos de la
Región Metropolitana” a cargo de Chile Barrio y donde
la Municipalidad de Colina participó activamente en el proceso
de construcción de viviendas para este sector poblacional como
también de su traslado, obteniendo buenos resultados.
Al
respecto, el edil sostiene que, en la actualidad, la población
erradicada y a la cual se le otorgó viviendas, han logrado
consolidar un barrio y no estarían implicados en este hecho
delictual.
Por
el momento, la máxima autoridad comunal hace un llamado al
gobierno para que resuelva a la brevedad el conflicto del asentamiento
ilegal. Además, pide a la autoridad central que apoye a la
comuna en materia judicial, ya que el sistema está colapsado.
Junto con solicitar una medida legal que prohíba el crecimiento
del número de reos en la comuna.