Según
informó La Segunda, el Alcalde de Colina, Mario Olavarría,
pidió al Gobierno que la comuna sea compensada por los problemas
que debe enfrentar por el emplazamiento del complejo penitenciario,
para reos de alta peligrosidad, que cambió todo el sistema
vida de todos sus habitantes y el desarrollo normal de las actividades
de la ciudad
El
jefe comunal asimismo advirtió sobre la inconveniencia que
representa para la seguridad de la comuna la existencia de un campamento
ubicado entre el río y la cárcel donde viven familiares
de los reos.
Si
bien fueron erradicados, todavía quedan 16 mediaguas en las
que viven los cómplices del motín del sábado.
Así lo confirmó radio Chilena.
Tocado
el tema ayer 15, en un desayuno para la prensa en la Casa de Cultura
—realizado después de un acto para un grupo de las Juntas
de Vecinos que partieron a la costa como parte del proyecto de Veraneo
Municipal—, el Alcalde aclaró que su objetivo principal
es que se erradiquen las cárceles del centro de la comuna,
y que se lleven a la periferia comunal. Dio como ejemplo la ubicación
de la cárcel de Punta Peuco, la que no produce ningún
efecto negativo.
Agregó
que esto era posible dentro de la nueva política de concesiones
carcelarias y que los edificios actuales deberían pasar a ser
el centro cívico comunal, con una infraestructura que permitiría
escuelas, recintos hospitalarios, oficinas, estadio e incluso piscina
ya que se encuentra una en pleno funcionamiento para uso de los reos.
De
no lograrse esto, exigirá que al menos se cumplan las mitigaciones
prometidas, entre las que se encuentra un hospital para Colina y que
no se termine con el Colina III, actualmente en construcción.
Se pretende, además, locomoción especial para las visitas
de los reos en los días adecuados y el cambio del nombre de
los recintos, que no deberían llevar el de la comuna.
Al
respecto propusimos los nombres Chicureo I y II, pero ya están
siendo utilizados por otro tipo de condominios.