La historia es un mudo testigo de cómo nuestro país ha sufrido los embates de la naturaleza, con relación a eventos sísmicos con destructivas consecuencias.

Cada cierto tiempo, la tierra se remece provocando algo tan nomal en el ser humano como el miedo, el temor a lo desconocido. Palabras mayores es hablar de pánico y psiquiátricamente de crisis de pánico.

Existen dos maneras de enfermar en psiquiatría. Para el especialista del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, Dr. Alejandro Koppmann, hay trastornos endógenos, basados en alteraciones biológicas del individuo que no tienen mayor relación con eventos externos (esquizofrenia, trastorno obsesivo, trastorno bipolar, trastornos delirantes, etc.). Y por otra parte, aquellos trastornos derivados de la respuesta del individuo ante este tipo de eventos.

"La manera de reaccionar a un hecho externo (temblores, terremotos), no depende del hecho en sí, sino del sujeto. Y esa respuesta está condicionada por el carácter, una mezcla de factores genéticos y biográficos". El Dr. Koppmann agrega que las personas son como son por la herencia de su pasado y las experiencias de vida. Insiste en que las situaciones externas no son las que generan pánico, porque dependen de la persona. Por otro lado, no todas las reacciones son patológicas.

Según el Dr. Koppmann, cualquier situación que a uno lo amenaza produce una reacción de angustia, de querer huir, y es normal en la medida en que estos síntomas sean transitorios, relacionados con el evento que los provoca y de intensidad leve a moderada. Si estos síntomas aparecen, indepedientemente del evento que los provoca, pueden llegar a constituirse en una patología específica (fobias, trastornos de ansiedad, trastornos de pánico).

Para enfrentar una crisis de pánico, hay tratamiento farmacológico: ansiolíticos y antidepresivos, y además sicoterapia.

El Hospital Clínico de la Universidad de Chile, cuenta con un selecto equipo de especialistas y profesionales, para el diagnóstico y tratamiento integral de este tipo de casos.