Domingo, 28 Julio, 2002 22:09
|
En
Camino a Chicureo Dos nuevos "lomos de vaca" O cómo ser rasca con un mínimo esfuerzo. |
Que el Camino a Chicureo necesita de reductores de velocidad, los necesita. Especialmente frente a los colegios y en varios cruces de peatones. Que los Ingenieros de Tránsito de los países civilizados han estudiado en profundo el tema de señaléticas y reductores, lo han estudiado. Que el desarrollo de un país se consigue con la aplicación de soluciones eficientes, se consigue. Que los "lomos de vaca" son caros, peligrosos, e ineficientes, lo son. Sin tocar el aspecto de que además son feos. Que requieren de mantención continua para evitar accidentes, como no se les ha aplicado en el camino a Liray, en esta comuna, lo requieren. Que van a aumentar el riesgo de anegamiento del Colegio beneficiado, lo van a aumentar, y que van a producir más accidentes, los van a producir. Sin embargo a todo lo anterior, por fin se han instalado dos de ellos, de tamaño acorde a la ley, en el Camino a Chicureo frente al Colegio Santa Cruz, aproximadamente a 700 u 800 metros de la carretera Los Libertadores, que permitirán disminuir los numerosos y continuos accidentes automovilísticos en el sector de los que nunca hemos sabido. Lamentable resulta el que se apliquen medidas de esta envergadura precisamente frente a establecimientos educacionales, con lo que se logra inculcar a los niños y jóvenes que son permitidas y necesarias soluciones obsoletas, tan anacrónicas como que se autorizara apalear hasta la muerte a los traficantes de drogas "in situ" al ser sorprendidos "in fraganti". Espero no haber dado una primitiva pero "buena idea". Lo triste de la solución aplicada no es el hecho en sí, aunque puso en serio riesgo a muchos conductores que se encontraron el viernes por la noche con los mondongos sin pintar, como volverá a suceder en un futuro muy, pero muy próximo, sino que la demostración que frente a los problemas de la comunidad se echará mano a recetas comunes, atrasadas, sin mayor estudio, que demostrarán una constante, notable y persistente incultura. Los "yanquís" hace muchos años que tienen una cultura escolar en la que los estudiantes son privilegiados y protegidos sobre toda proporción. Sus transportes escolares han sido un ejemplo para el mundo de cómo debe cuidarse a los niños. Poner ramplas que pueden descontrolar la dirección de vehículos, dirigiéndolos quizás en contra de quién, que impedirán la fluida marcha de vehículos de emergencia, que producirán accidentes donde antes no los hubo, demostrará sólo un hecho muy simple: no sabemos ni siquiera de lo que estamos hablando, ¿lomos de vaca, de toro, de cebúes o búfalos? ¿Ninguno de los anteriores? Kiko Benítez. |
(haz click en los arbolitos para volver
arriba)