Fuente: Valles del Sol | revista Chicureo

Por Victoria Mordcovich L.

La casa del fotógrafo Kiko Benitez se cayó casi completa aquel fatídico 27 de febrero de 2010, con el terremoto de 8.8° que cambió la vida de gran cantidad de chilenos. Sin embargo, este vecino pionero de Chicureo y su señora, Javiera, decidieron levantarla nuevamente y, fieles a su estilo descontracturado y gozador, llenaron de vida y calidez cada uno de los rincones. En estas páginas compartimos con ustedes una muestra pequeña de la entrada y el lugar de trabajo de Kiko, que supo ser la habitación de su hija y hoy es su escritorio provisorio hasta que termine de construir el definitivo…

Escritorio: “Es una mezcla de escritorio y de taller, porque como construyo todas las cosas de madera de mi casa, aquí también guardo mis herramientas. Además, tengo funcionando todo el tiempo los 3 computadores: el del pronóstico del tiempo, el de trabajo y el tercero, que uso para jugar con Photoshop. Además, como armo mis propios computadores, tengo por todos lados cables e implementos que seguramente usaré en algún momento, o quizás no, pero me da pena botarlos”.

Todo integrado: “El núcleo central de la casa es la cocina-comedor de diario- living, que es un espacio sin divisiones marcadas, donde se desarrolla prácticamente toda nuestra vida cotidiana”.

Cámaras fotográficas: “Las uso para fotoperiodismo en chicureo.com y me permiten registrar la historia fotográfica de la provincia de Chacabuco”.

Maniquí decorado: “Cuando llegamos a Chicureo, en 1987, comenzamos a hacer huertos en jardines y una asociación nos invitó a participar de una feria. Allí unas niñas lo pintaron, le pusieron flores y hojas y a nosotros nos pareció bacán, así que cuando terminó el evento lo trajimos para la casa”.

Estación meteorológica: “Con chicureo.com fuimos una de las primeras estaciones meteorológicas en línea de Hispanoamérica. Dos veces al día damos los pronósticos comparados y somos la fuente informativa de algunas de las páginas del clima más visitadas de la web. Podría decir que hago una especie de Trivago del tiempo”.

Maniquí: “Se llama Dorothy Glamour y vive con nosotros desde que nos casamos. Antiguamente le cambiábamos la ropa muy seguido, pero ahora usa este abrigo de visón en forma permanente, porque no tenemos donde guardarlo”.

Calavera de bronce: “Es para no perder la perspectiva y tener siempre presente que p’allá vamos todos”.

Barco: “Aquí navegan las ideas”, dice riendo y luego agrega: “en realidad se lo compré a mi hija y no le gustó, así que lo llevé a mi escritorio y desde ese entonces está conmigo. También está terremoteado”. VDS