Fuente: EyN: Vida útil de Santa Marta se redujo ocho años y reabre discusión de nuevo relleno sanitario

Judith Herrera C.

Incendio del relleno Santa Marta ocurrido en enero de 2016. Foto La Tercera.

“A ningún vecino le gustaría tener en su comuna un relleno sanitario”, es una frase recurrente en las discusiones alrededor de estas plantas, principalmente las relacionadas con la situación de Tiltil, zona en la que se ubican dos recintos de este tipo.

¿Pero dónde instalar un nuevo relleno en la Región Metropolitana? Porque dos de los cuatro están pronto a cumplir su vida útil: Santiago Poniente, en Maipú y que según la seremi de Salud recibe basura de nueve comunas, llega a su límite en 2024; y Santa Marta, en Talagante y que procesa los residuos de 16 municipios, expira en 2028.

El último caso está marcado por el incendio ocurrido en enero de 2016 y por el que, hasta mayo de este año, la planta no operaba al 100% de su capacidad y solo mediante permisos mensuales de la Superintendencia del Medio Ambiente.

Debido a esto se hizo un nuevo diseño geométrico para reestructurar la instalación de acuerdo con sus condiciones. Estos cambios permitieron que la instalación volviera a operar de manera completa, pero a la vez redujeron la vida útil en ocho años: de 2035 a 2028.

“Nos pusimos de acuerdo con la autoridad de bajar la vida útil en ocho años para asegurar que no hubiese una operación de riesgo, y el rediseño geométrico responde a eso”, explica Rodolfo Bernstein, gerente general de Santa Marta.

Según el último informe del Estado de Medio Ambiente 2016, la RM produce el 43,8% de la basura nacional.

Factores en consideración

El panorama reabre la discusión de la próxima ubicación, ya que estos procesos no se caracterizan por su rapidez. La instalación de uno de estos rellenos puede abarcar de siete a 10 años debido a las etapas: estudios técnicos, evaluaciones de impacto y las autorizaciones que pueden terminar en instancias como el Comité de Ministros o el Tribunal Ambiental, además de los permisos sectoriales y la posterior construcción.

Para el intendente metropolitano, Claudio Orrego, algo ya está claro: “El próximo relleno sanitario no se hará en Tiltil”, afirma y añade que es una discusión que “plantea un desafío de ordenamiento territorial y también de justicia urbana, ya que no es justo que siempre se mire a las mismas comunas”.

Además, dice que su intención es “invitar a los alcaldes de al menos la parte urbana de Santiago para que tengamos esta discusión entre todos”.

Jessica Mualim, alcaldesa de María Pinto y presidenta de la comisión de Medio Ambiente de la Asociación Chilena de Municipalidades (AChM), sostiene que los municipios deberían centrarse primero en “políticas de reducción, reciclaje y reutilización de residuos, con el fin de instalar en sus propias comunas o en un terreno neutral plantas que reciban la basura de una o más comunas que, agrupadas, pueden solucionar problemas similares”.

En la Asociación de Municipalidades de Chile (Amuch), su presidente y alcalde de Colina, Mario Olavarría, argumenta que debiera existir un “incentivo, como una norma similar a la ley de Casinos, que entrega un monto a los municipios mediante un impuesto”.

Para Ezio Costa, director ejecutivo de la ONG medioambiental Fima, es necesario no dejar que otra zona se convierta en Tiltil: “Una de las cosas importantes desde la justicia ambiental es que no se instalen todos los proyectos en los mismos sectores”.

Basura
La RM concentra el 43,8% de los residuos municipales de todo el país.