Los individuos llegaron hasta una sucursal bancaria del BCI y extrajeron el dispensador, llevándolo hacia la calle para subirlo a un camión que habían llevado.

Al momento de subirlo, el peso del cajero y la intensa lluvia en el sitio imposibilitaron la acción, por lo que dejaron todo en el lugar y decidieron darse a la fuga sin llevarse el dinero.

Los delincuentes se dieron a la fuga dejando “miguelitos”, lo que provocó daños a vehículos que pasaban por el sector.