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Martes, 8 Junio, 2004 20:02
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Tribuna Política: Voto Voluntario: Solución a la Chilena... Por Waldo Carrasco, candidato por el PPD a Concejal de Colina, y actualmente Jefe de Gabinete de Loreto Amunátegui, Gobernadora Provincial de Chacabuco. |
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Que más se podía esperar... La propuesta del Presidente Lagos en su discurso del 21 de mayo pasado, de instalar un sistema de inscripción automática y sufragio voluntario, tenía que ser resuelto "a la chilena". Y es que lo lógico era que el Ejecutivo enviara al Congreso Nacional una propuesta de Ley que, modificando la Constitución, contuviera el nuevo sistema. Sin embargo las reacciones conservadoras de diversos sectores de nuestra sociedad pusieron en evidencia que la implementación tal idea no sería nada fácil. La principal duda que se tiene frente al voto voluntario, porque con la inscripción automática parece no haber problema, está basada en un rechazo ideológico. Se piensa que dejar al arbitrio de las personas la decisión de acudir a las urnas para elegir sus autoridades es un retroceso y no un avance. Al contrario de la propuesta presidencial el sector más conservador de este país actúa con recelo frente a mayores espacios de libertad política; dudando del sentido común de la gente y de las decisiones individuales. Aquello es desconocer la historia de la soberanía popular y la participación de mayor número de personas en el Gobierno. El sufragio, más que una obligación ciudadana, es un derecho individual que nuestros antepasados obtuvieron con costos no menores. No es, como piensan algunos, una obligación personal asimilable a la carga impositiva. No, es una conquista histórica un avance en el sentido positivo. Y, como derecho, puede ser usado o no. Por lo demás debe entenderse que la no concurrencia a votar es también un tipo de participación. Porque aquél que no acude a las urnas acepta el proceso y sus resultados. Eso no implica deslegitimar a las autoridades electas, pues ellas estarían respaldadas por los votantes y los no votantes. Un voto voluntario, además, permite descomprimir las tensiones
políticas. Pues en la medida que los ciudadanos sientan que
las elecciones son procesos naturales y periódicos, en los cuales
no se juegan la vida ni están expuestos a revueltas sociales,
la participación electoral tenderá a disminuir; cuando
el país requiera de definiciones profundas la concurrencia a
las urnas aumentará. La propuesta "a la chilena", intenta demostrar que la voluntariedad del voto ya es un hecho. Así es, la no sanción a aquellos electores que no acuden a las urnas, junto a los reiterados "perdonazos" que se hacen elección tras elección, reflejan un relajamiento tal que en la práctica el voto ya es voluntario. Así las cosas se estaría enviando un proyecto de ley que anula las sanciones y crea el sistema automático de inscripciones. Sin modificar la obligatoriedad del voto establecido en la constitución, la nueva ley eliminaría las penas sin amenazar a los más renuentes a los cambios. Es decir, una "solución a la chilena", ni tan de vanguardia como para asustar a nadie, ni tan retrógrada como para parecer un avance. Me habría gustado una solución de frente, al cuello, que reflejara de verdad una definición como sociedad en torno a la naturaleza del sufragio. Pero la política, y eso ya lo tengo bien aprendido, es la política de lo posible. Lo posible, en un país como Chile. Waldo Carrasco Segura
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