Dentro del ambiente de amistad y camaradería que le es característico, la Unión Demócrata Independiente realizó el pasado fin de semana del 17 y 18 de diciembre un nuevo encuentro de una de sus instancias de participación más importantes, cual es la del Consejo Directivo Ampliado, instancia en que participan la totalidad de la Directiva Nacional , senadores y diputados, Comisión Política y presidentes regionales , junto a miembros de las instancias orgánicas de la juventud y alcaldes. De estos últimos, muchos recién habían resultado elegidos con amplias mayorías en importantes y populosas comunas de nuestro país, como Huechuraba, Renca, Recoleta, Viña del Mar, Concepción, por citar sólo algunas.

Dentro de los objetivos de este Consejo se encontraba efectuar un análisis pormenorizado de la última elección de alcaldes y concejales, así como evaluar la situación actual de la UDI en el contexto de país y definir las tareas más inmediatas y urgentes que deberíamos asumir a partir de los próximos meses.

En primer lugar habiendo constatado la evidencia que si bien los resultados de la elección de alcaldes y concejales no fueron los que esperábamos, estos mismos nos ratifican la realidad de que la UDI es un partido en crecimiento. En los comicios municipales del año 2000 el pacto UDI obtuvo el 15,97% de los votos y en la última elección llegamos a un 20,73%. En materia de concejales la UDI pasa de 229 concejales el año 2000 a 450 enesta última elección, marcando una importante presencia, en prácticamente todas las comunas del país. La UDI tiene el imperativo de seguir creciendo, manteniendo nuestra preocupación fundamental por los sectores más pobres, creemos que es igualmente urgente asumir un rol más activo en la defensa de la postergada clase media chilena.

Frente a esta realidad de crecimiento como partido, nos proponemos tres tareas inmediatas fundamentales: En primer lugar reiterar nuestro compromiso total y absoluto con la opción presidencial exitosa que sigue representando Joaquín Lavín, quien pese a los violentos y reiterados ataques de que ha sido víctima por parte de la concertación sigue marcando una presencia muy importante en todos los sectores de la vida nacional y constituye la opción de triunfo de un amplio sector ciudadano que no desea un cuarto gobierno de la concertación.

En segundo lugar y, consecuente con lo anterior, nos proponemos derrotar a la concertación, porque creemos que la prolongación de la concertación en el poder, por más de 16 años, no sólo representa serios riesgos de aumento de la corrupción y de ineficiencia en la administración de los temas públicos y en la solución de los problemas más urgentes. Es una vergüenza que el tercer gobierno de la concertación haya recibido el país con medio millón de cesantes y hoy la cesantía afecte a más de 600.000 chilenos. Es una vergüenza que en materia de delincuencia ésta sólo se incrementa. Es una vergüenza que se caigan los puentes. Es una vergüenza que sigan las colas en los consultorios y que los resultados de la calidad de la educación muestren indicadores cada vez más negativos.

En tercer lugar, para el logro de los dos objetivos anteriores la UDI se ha comprometido a fortalecer la Alianza, que conformamos con nuestro partido aliado. Para ello hemos propuesto configurar una lista parlamentaria que sea ganadora y eficaz, tanto para el objetivo de llevar nuestra mejor gente al parlamento, como para asegurar la elección de Joaquín Lavín como presidente de Chile.

Estas son las tareas de hoy y hacia ella se volcará la voluntad y el trabajo de los miles de hombres, mujeres y jóvenes que, desde la UDI creemos que es posible construir en Chile ese país de oportunidades para todos que, la Concertación, en tres gobiernos sucesivos, ha sido incapaz de construir.