|
Miércoles, 3 Noviembre, 2004 12:23
|
Jovino Novoa,
presidente de la UDI Resultado electoral, por Jovino Novoa URL Original Noticia: http://www.eldiario.cl/shnoti.asp?noticia=29569 |
Por mucho tiempo ha sido una realidad que una de las “tradiciones” políticas de nuestro país, es que, después de una elección, resulta muy difícil encontrar partidos que se sientan derrotados. Debo decir con mucha hidalguía que la UDI, con su nuevo estilo de hacer política, nunca ha hecho política ficción, sino que siempre ha enfrentado con realismo los distintos escenarios que le ha correspondido enfrentar. En la reciente elección de alcaldes habíamos pronosticado que las distancias que nos separaban de la Concertación se debían acortar, hasta llegar a un empate: ello no ocurrió, por lo que no estamos satisfechos con el resultado obtenido. Lo que sí ocurrió es que la distancia entre Alianza y la Concertación se acortó a la mitad en relación con la que existía el año 2000. En efecto la Concertación bajó de un 52% a un 44,79% y la Alianza quedó en un 38,68%. Es decir, de una diferencia de 12 puntos pasamos a 6 puntos porcentuales. Es por ello que no entendemos la alegría que ha expresado la Concertación. Ellos han bajado 8 puntos respecto a la votación anterior, a pesar del gigantesco despliegue propagandístico desatado en las semanas previas a la elección y al desembozado intervencionismo electoral, como nunca antes se había visto en nuestra historia, llegándose al extremo de que el Presidente de la República hace un llamado a no votar en Ñuñoa por el candidato de la Alianza. En esa comuna nuestro candidato fue reelecto con más del 60% de los votos. Es efectivo que, especialmente por el cambio de sistema en la elección de alcalde, la Alianza perdió comunas importantes, como Maipú, San Bernardo, Talca o La Serena, pero es igualmente cierto que se obtuvieron grandes mayorías en otras comunas muy significativas del país, como Concepción, Viña del Mar, Puente Alto, La Reina, Curicó, Recoleta, Estación Central, Huechuraba y Renca, por mencionar sólo algunas. En Renca, sector eminentemente popular, la candidata de la UDI superó el 61% de los votos y en Huechuraba, una de las comunas que agrupa a sectores socio económicos del mundo popular y en la que incluso el intervencionismo del gobierno llegó a extremos burdos de impedir que la alcaldesa UDI, que iba a la reelección, participara en un acto público; nuestra candidata Carolina Plaza fue reelecta con el 58% de los votos. En Puente Alto y en Concepción, los alcaldes de la Alianza fueron reelegidos con amplias mayorías y en Viña del Mar logramos ganarle la alcaldía a la Concertación por primera vez. En Santiago, donde la Concertación realizó un despliegue de recursos gigantesco, no sólo fue elegido el alcalde propuesto por Joaquín Lavín y la Alianza, sino que María Estela León de Lavín fue electa con la más alta votación obtenida por concejal alguno en todo el país. En lo que respecta a los partidos, la Democracia Cristiana se jugó por entero por subir su votación, pero los números no engañan. El año 2000 la Democracia Cristiana obtuvo un 21,62% y en esta elección llegó a un 20,76%. La Democracia Cristiana bajó su votación. Por su parte la UDI en las municipales de 2000 alcanzó un 15,97%. En esta elección obtuvimos un 20,74%, demostrando consistentemente que, desde el año 1992, el único partido político que mantiene un alza sistemática en su votación es la Unión Demócrata Independiente. Finalmente, hay que decir que la proyección presidencial de esta elección deja intactas las posibilidades de Joaquín Lavín. En efecto: la brecha entre ambas coaliciones se acortó significativamente (la Concertación perdió mas de 500.000 votos), ganamos Santiago y obtuvimos altas mayorías en comunas tradicionalmente difíciles para nuestro sector. |