Durante los últimos dos años nos hemos visto enfrentado a los diversos anuncios de las empresas regladas en torno a que una baja de sus tarifas puede afectar la inversión de los sectores donde están presentes.

Para muchos, esa premisa fue una amenaza de las compañías para que sus procesos tarifarios tuvieran mejor salida, sin embargo, el tiempo ha demostrado que razón tenían y que la constante búsqueda de bajar la rentabilidad de las empresas está afectando la inversión.

Un ejemplo claro es lo que sucede con la telefonía fija. En los últimos dos procesos tarifarios, Telefónica CTC Chile ha visto mermados sus ingresos y ha tenido que hacer una serie de ajustes administrativos, para hacer rentable su operación, producto de que sus tarifas fueron ajustadas cada vez más a la baja.

Resultado: en muchos sectores de la capital no hay ni una posibilidad de conseguir una línea. Porque ni Telefónica CTC ni otro operador de telefonía fija se interesa en invertir allí y extender las redes de telefonía fija, tras los acotados márgenes con que operan después de los últimos procesos tarifarios.

Este hecho está llamando la atención del gobierno, luego de constatar que numerosas comunas del país comienzan a tener problemas para acceder a una línea telefónica. De hecho, la Subsecretaría de Telecomunicaciones ha enviado en los últimos meses al menos dos cartas a las compañías, en donde explica su preocupación por la imposibilidad de algunos sectores para acceder a telefonía fija.

Porque adicionalmente, las comunas más afectadas con ello en la Región Metropolitana, son coincidente las más pobres: La Cisterna, El Bosque, Pedro Aguirre Cerda, Pudahuel, Cerro Navia, Renca, Quinta Normal y Lo Prado.

Por otro lado, este fenómeno se está extendiendo también a los nuevos desarrollos inmobiliarios de Las Condes y Vitacura, que por la baja densidad poblacional son analizados lentamente y caso a caso.

Y las cifras apoyan esto. En los últimos años se ha observado un estancamiento e incluso una caída en el número de líneas. Según el censo a 2002, la penetración de la telefonía fija a nivel nacional alcanzó sólo al 22,6% de la población, en circunstancias que a comienzos de ese mismo año llegaba al 23,5%.

Sin duda es un tema que debe preocupar, especialmente si se considera que el plan inicial del actual gobierno era contar a su término con una penetración de 40%.