Todo ordenado, construido
en armonía y bien
delimitado podría ser la nueva cara de Santiago visto desde
el aire. Mejor aún, sería que por tierra se puedan reconocer
los focos de desarrollo urbanos: mini ciudades, con todo lo que necesitan,
desde casas, colegios y oficinas, pasando también por áreas
verdes y lugares de comercio.
Eso es lo que se intenta con el nuevo
Plano Regulador Metropolitano de Santiago, el que permitirá la
creación de diversas
Zonas de Desarrollo Urbano Condicionado (Zoduc), en manos de privados.
En
este plan se encuentra embarcado Patricio Ábalos junto a
Hernán Somerville, Lorenzo Bitar y la familia Irarrázaval
Alfonso. La creación de la Zoduc Santa Elena en Colina, al norte
de Santiago, se extiende por sobre las 1.000 hectáreas y podría
alcanzar una inversión de US$ 800 millones en un plazo de 25
años.
De acuerdo a la ley, este nuevo polo de desarrollo
tiene que tener todo lo necesario para subsistir, pero avanzarán por
pasos. En su primera etapa, que contempla los próximos cinco
años,
serán construidas entre 150 y 200 viviendas. Emplazadas en terrenos
de 600 mts2 y con una superficie de 140 mts2, tendrán un valor
cercano a las 6.000 UF, por lo que apuntan a los segmentos C1 y C2.
“Tenemos claro que no vamos a hacer un producto
masificado, queremos respetar el entorno campestre”, explica
el gerente general de la Sociedad Agrícola e Inmobiliaria Valle
Nuevo, dueña
de Santa Elena, Patricio Montt. “Para darle carácter al
barrio y marcar las líneas que queremos que tenga, debemos proponer
una forma de desarrollar el proyecto, pero más que nada, para
marcar presencia de cómo queremos que se desarrolle en cuanto
a urbanización, paisajismo, o estilo de casas”, explica.
Es que, según Montt, “la idea no es desarrollar esto por
cuenta propia, sino atraer a otros inversionistas que quieran incorporarse
al proyecto comprando macrolotes y desarrollando sus propios productos”.
Le
ven futuro al proyecto. Contrarios a la amenaza del resto de las Zoduc
que se emplazan en la zona, como Piedra Roja, La Reserva y Valle
Norte, Montt las considera beneficiosas. “Cuando una persona
tiene que decidir, ve qué es lo más consolidado. Santa
Elena está en ese sector, pero a su vez en una parte emergente,
lo que hace que los precios sean más atractivos”, señala.
A gusto del cliente
También en sus primeros pasos se encuentra
la Zoduc Valle Norte del empresario Juan Carlos Latorre que involucra
un monto de US$ 700
millones a 20 años plazo. Con un total de 1.600 hectáreas,
ofrece casas que van de los 140 mts2 a los 193 mts2, con valores que
fluctúan entre 5.500 UF y 7.000 UF. En su primera etapa, de
las 41 casas en oferta, el 90% se vendió en verde. Su producto
apunta a profesionales jóvenes de entre 30 y 38 años
y ya se encuentran algunas familias viviendo en el lugar, según
cuenta su gerente de ventas, Gonzalo de la Maza.
Aunque también
en su primera etapa de construcción, la
Zoduc La Reserva tiene una propuesta totalmente diferente. En 740 hectáreas
y una inversión de US$ 500 millones a 15 años, el grupo
Harseim ofrece 60 modelos distintos de casas, diseñadas por
conocidos arquitectos. “Se presenta como una alternativa para
esos jóvenes o hijos de ABC1 que todavía no les alcanza
para casas de 6.000 UF, por lo que tienen un presupuesto menor”,
explica el gerente de negocios, Roberto Pons.
Las propuestas fueron
diseñadas por arquitectos como Mathías
Klotz, Felipe Assadi y Mauricio Léniz, “con la posibilidad
de que se le generen variaciones a la casa de acuerdo al terreno y
al pedido al cliente”, explica Pons. Una novedosa alternativa,
al parecer, ha dado resultados, puesto que desde el inicio de su comercialización
a principios de 2003, ya hay 20 casas en construcción, y 55
sitios vendidos.
Ya convertida en un barrio de primera está la
Zoduc Piedra Roja. Inmobiliaria Manquehue (de la familia Rabat), Brotec-Icafal,
e Hispano
Chilena (de Jorge Labra), se unieron en este proyecto que consiste
en una inversión a 20 años plazo de US$ 1.800 millones.
Sorprendiendo incluso a sus dueños, se han vendido 516 unidades,
entre casas y sitios, con ventas por US$ 50 millones desde el inicio
del proyecto en octubre de 2002.
Aquí, la elección está entre
casas de estilo chileno, provenzal o mediterráneo, de seis tamaños
diferentes, que se construyen dentro de 4 a 10 meses, que valen entre
6.000 UF
y 9.000 UF.
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