Señor Director:

Referente al accidente de tránsito ocurrido el sábado 13 de septiembre al interior del túnel Zapata, concesionado por "Rutas del Pacífico", deseo aclarar lo siguiente:

Me dirigía con tres amigas hacia la costa manejando mi auto, cuando al interior del túnel ocurrió lo imprevisible: choqué de frente con una roca de 80 centímetros de alto por 60 de ancho; mi auto salió dando trompos y chocando contra los muros, para terminar 40 metros más allá con la parte delantera hacia Santiago y las ruedas reventadas.

No hay triple colisión, como lo menciona el diario, pero el auto que venía tras mío se pudo controlar, con lo que evitó chocarnos de frente. Los otros alcanzaron a detenerse.

Todo esto no concuerda con versiones de la prensa y televisión, donde se habla de "cierto revestimiento que cayó del techo", producto de lo cual yo frené bruscamente, causando la colisión en cadena. Esto es falso. Una enorme roca cayó del techo delante mío, y si no hubiese sido por un auto seguro y las cuatro ocupantes con su cinturón de seguridad, estaríamos frente a una tragedia con consecuencias fatales. El personal de la concesionaria "Rutas del Pacífico" llegó al lugar preocupado principalmente de retirar la roca, que fue cargada en un camión y llevada lejos, más que de la salud de las afectadas. De hecho, a nosotros nos asistieron después de 40 minutos.

Tampoco es efectivo que iba a exceso de velocidad. Al contrario: no iba a más de 75 km/h. Se informó que me habrían trasladado a Santiago en una ambulancia de la empresa concesionaria, lo que no es efectivo, por cuanto tuve que pagar 55 mil pesos a la ambulancia del hospital de Curacaví.

Creo que el accidente fue de carácter gravísimo, y se le ha querido bajar el perfil en vista de las proximidades de las fiestas. Bastaría con publicar la fotografía del automóvil para dimensionar la magnitud de esta casi tragedia.

MARÍA TERESA DEL RÍO O.