Señor Director:

Resulta incomprensible la última determinación del MOP y su Dirección de Concesiones, publicada escuetamente en "El Mercurio" el sábado recién pasado, al dejar en manos de los futuros concesionarios la solución a los problemas de diseño del actual proyecto para la Autopista Radial Nororiente.

"Sacarle el cuerpo al bulto y pasarle el muerto a otro" sería la mejor interpretación de este acto.

Un proyecto mal gestado y peor desarrollado no merece este trato de su progenitor, quien debe hacerse cargo del pastel, lo que por lo demás resulta ser lo más responsable y ético.

Recordemos que éste es un proyecto presentado a una licitación internacional, donde el prestigio y desempeño del Ministerio de Obras Públicas está sobre la mesa, y que luego de siete postergaciones en su fecha de apertura, presenta ahora este nuevo panorama.

De continuar este proyecto, el futuro concesionario, tal como lo hizo el gerente de Costanera Norte al desligarse de los problemas y hacernos creer que las malas soluciones de los nudos conflictivos se debían a la ingeniería del MOP, se "sacará el pillo" y nos hará pensar también que las malas "soluciones viales" no se deben a su responsabilidad. Es hora de que cada actor involucrado asuma su cuota de responsabilidad, sin desligarse de ella, y que en definitiva no siga siendo Moya el principal
responsable.

JORGE EBNER KRETSCHMER
Arquitecto