Ser la 5ta.comuna más pobre
de la Región Metropolitana, de las 33 existentes, es un hecho,
pero no un impedimento para crecer y concretar proyectos. Es el caso
de un sueño que hoy es realidad: “la Construcción
del Centro Educativo La Puerta”, megaproyecto escolar
que gracias a la gestión del alcalde Mario Olavarría
y la empresa privada, durante el año 2002-2003, se edificó
para albergar en sus aulas a cientos de jóvenes desertores
del sistema tradicional de educación que, por causas tan diversas
como la droga, no tienen alternativas para crecer y salir de su marginalidad.
Si bien esta obra es valiosa en sí por la
educación que entrega a los escolares en su formación
personal, lo es también por otra razón de peso: “Con
sólo $ 200.000.000 (doscientos millones de pesos)
el municipio de Colina logró construir tan titánica
tarea que no se ha visto en otras comunas que sí cuentan con
mayores recursos económicos.
En fin, el alcalde no ha dudado en realizar acciones
de gran envergadura en términos de educación. Sólo
hay que recorrer la comuna y ser testigo de que las principales escuelas
y liceos de Colina han sido remodelados con moderna infraestructura
y áreas recreativas tanto para los escolares como para sus
familias. Así, durante el 2002 y principios del 2003, el 50%
de la pre-básica se educa en estos establecimientos,
mientras que el 70% corresponde a la enseñanza media.
Otro tema crucial para el progreso de la comuna,
es la salud. Más de 240 consultas y servicios se registraron
durante el año 2002, en los dos consultorios, SAMU Y SAPU existentes
en la comuna, vale decir, cada persona inscrita recibió al
menos 3 atenciones anuales en estos recintos de salud; generando un
costo anual que supera los $350.000.000 (trescientos cincuenta millones
de pesos). Además, para modernizar y agilizar los servicios
de atención médica, el municipio ha creado para toda
la población inscrita una tarjeta magnética con sus
datos personales y cajeros automáticos denominados “infosalud”
con información médica para los pacientes. Esta medida
ha generado un alto costo económico, pero el alcalde Olavarría
no ha reparado en gastos, pues sabe que en materia de salud, todo
es imprescindible.
Si de imprescindible se trata, cabe destacar la
erradicación de los campamentos Comaico y La Ribera, asentamientos
humanos ilegales que, desde 1985, vivían en precarias condiciones
y hoy cuentan con una vivienda sólida, gracias a los $1.434.013.258
(mil cuatrocientos treinta y cuatro millones, trece mil, doscientos
cincuenta y ocho pesos) invertidos, beneficiando a 326 familias.
En síntesis, el 2002 fue el año en
que se concretaron innovadores proyectos de inversión que hoy
se ven reflejados en programas sociales, obras de infraestructura
y hermoseamiento comunal; todo con una sola finalidad mejorar la calidad
de vida de los colinanos; tarea que el alcalde seguirá materializando
durante el presente año.
Carolina Leighton P.