Comentarios
y fotografías de Kiko Benítez.
Al
recorrer el área oriente del valle, se puede distinguir con
bastante claridad el recorrido que tomaron las aguas durante las
lluvias de la primera semana de junio, al mismo tiempo que se pueden
detectar algunas de las causas que permitieron que en varios casos
se produjeran daños importantes.
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Como
podemos ver en la tabla inferior elaborada por Meteorología
de Chile, estos eventos han sido bastante más frecuentes en
los últimos 20 años que en los 60 anteriores, lo que,
de ser así, permite pensar que no sólo el cambio del
cauce de las quebradas produce los desbordes, sino que históricamente
estas quebradas no se han formado para precipitaciones de esta envergadura
(por eso tanta arena y material arcilloso incluso al oriente del camino
que une Guay-Guay con el fundo Chicureo). |
QUINTA
NORMAL
Precipitación por evento
* Medido hasta las 08:00 hora local del día miércoles
5 de Junio. |
Año |
Fecha |
Agua
Caída(mm) |
Máximo/24
hrs. |
Días
consecutivos de precipitación |
2002
2000
1987
1987
1982
1981
1926 |
3-5
de Junio
12-14 de Junio
9-14 Agosto
9-17 Julio
24-27 Junio
29-31 Mayo
17-20 Junio |
211.8*
144.5
165.5
275.0
116.4
150.2
142.6 |
111.1
58.4
93.8
65.7
61.2
85.6
103.4 |
3
3
7
9
4
3
4 |
Si
observamos el gráfico de precipitaciones del día 3,
registrado por Weather Underground en base a nuestras mediciones
en Chicureo, es posible definir que el evento se produjo en tres
etapas. La primera sobre las 9 AM, momento en que algunos cauces
se desbordan; 12:30 PM, en el que llueve a razón de 11 mm/hr.,
cuando probablemente los cauces terminan de embancarse, para pasar
a la tercera etapa en que, a pesar de llover con una intensidad
"normal", las aguas escurren sólo superficialmente
hasta el día siguiente.
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Este
nivel de precipitaciones produjo que El Manzano entregara aproximadamente
50 m3/s, con una capacidad máxima de 25 m3/s. Es decir, en
forma independiente de lo que han sido los cambios a sus cauces y
de los trabajos de evacuación que hubieran sido realizados,
todas las quebradas igualmente habrían colapsado, lo que se
demuestra en los cortes del camino Guay-Guay/Chicureo.
Desde
este punto de vista, con quebradas con pendientes de 35% para El Loro
y 15% para El Manzano, y con tiempos de concentración de 1,4
y 1,8 horas, respectivamente, podemos creer que el valle se portó
bastante bien para lo que se podría haber portado, gracias,
básicamente, a que la intensidad permitió que las aguas
encontraran sus cauces naturales apenas enfrentaron barreras artificiales
embancadas.
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Posibles
conclusiones:
En
parte resulta una suerte que no se hubieran terminado ya redes de
evacuación de aguas lluvias, como, por ejemplo, la propuesta
en 1997 por un valor de dos mil millones, a tajo abierto, o 12 mil
millones, entubada, en pesos de ese año, ya que sólo
habrían considerado valores históricos de 50 o 60 años
y nunca de 100, valores que ahora fueron sobrepasados. De hecho, el
caudal máximo considerado para Los Loros en 100 años
era de 23 m3/s y de 21,5 en 50 años. Probablemente, desde ahora
tendrá que ser considerado al doble de esas capacidades.
Una
red a tajo abierto del tipo propuesto, en esta ocasión, habría
sufrido y, quizás, producido enormes daños.
También
resulta importante para los que observamos los eventos del 82 en adelante
(el 82 yo no vivía aquí pero sí estaba construyendo
una serie de instalaciones para un fundo vecino, por eso conocí
esta zona), que de no mediar el nuevo puente en Los Patos, este evento
habría tenido consecuencias verdaderamente trágicas,
peores que las del 87 en que mucha gente debió ser evacuada
en helicóptero, se perdieron caminos y puentes, como el de
Lo Pinto sobre el río Colina, produciéndose víctimas
fatales y desaparecidos.
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Posibles
soluciones:
El
panorama no varía sustancialmente al del estudio de 1997 excepto
en las capacidades consideradas y, en vez de requerir de una de las
dos soluciones propuestas entonces, probablemente va a requerir una
unión de ambas, en el sentido de canalizar los flujos hacia
Los Patos y hacia el río Colina, por el norte, este último
por realizarse, con el agregado de aumentar la capacidad hidráulica
de los canales Batuco y El Carmen al norte del Camino a Chicureo.
Por
otra parte quedó demostrada la insuficiencia de puentes y otras
"obras de arte" que producen los embanques y los consiguientes
desbordes, al mismo tiempo que el socavamiento de los cauces muestra
la capacidad requerida real.
Simultáneamente
se percibe que dentro de la envergadura del evento, en la medida que
no se entorpezcan los cauces más importantes, aún estando
como están hoy, soluciones de protección particulares
no pueden alterar el conjunto.
De
hecho, hoy día, con las protecciones individuales de emergencia
ya adoptadas, difícilmente una lluvia de 60 mm/día mostraría
un panorama diferente al del martes de la semana pasada, un día
bastante tranquilo comparado al lunes.
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