Arriba: Eduardo Gatti por Kiko Benítez Abajo: carteles de la película

Pensando en cuanta bencina le vas a echar al SUV mañana, cómo vas a pagar el dividendo el próximo mes... ¿que no me alcanza?... van a subir el peaje… OH my god… bueno esas pocas lukitas que te quedan gástatelas en ver con tu familia una muy, pero muy buena película.

Me refiero a “Mamma Mia” que se exhibe en diversas salas de Santiago.

Fuimos con mi mujer, Paulina recomendados por un conocido casual y vecino de Chicureo, hombre conservador pero a la vez tremendamente simpático y la verdad es que no teníamos mayores expectativas respecto a la película, pero fuimos a verla igual.

Desde el comienzo, como me comentó Paulina, una vez terminada la función, no dejamos de esbozar una sonrisa. Es un film que produce una simpatía de entrada tan potente, una frescura y un lugar esencialmente común tan acogedor que uno deja los prejuicios a un lado, la necesidad de ser inteligente en el cajón de los recuerdos, y los problemas del día en la basura.

Esta cinta “liviana” filmada en los lugares de origen de todo nuestro inconsciente colectivo (islas griegas), con una trama actual que no deja indiferente ni al mas enyesado prócer, ni al mas fiel acólito de alguna cementada institución, nos refresca con una naturalidad escasa en el cine de hoy. Acompañada con las perfectas y emotivas canciones del mítico grupo musical ABBA (en sueco: PADRE), se entremezclan y potencian en forma tan hermosa y coherente con las emociones cotidianas descritas en el film, que nuestra sonrisa finalmente se transforma en lágrimas y risas de verdad ante tanta expresión de amor por lo humano. Estamos además ante una estética de almohada, entendiendo por esto la mejor inspiración para nuestros más positivos sueños durante la noche.

No voy a entrar en detalles sobre la maravillosa actuación de Meryl Streep, Pierce Brosnan o la hermosa joven protagonista Amanda Seyfried.

Es una película “fuera de catálogo” como Bach o Mozart, pero que seguramente es una ayuda a ser mejores y un bálsamo para el corazón y el alma, eso que Chicureo estoy seguro que necesita hoy mas que nunca.

Después de verla mándense una luna llena en la laguna de Piedra Roja.

Los invito a verla y la comentamos después en el barrio tomando un café. ¿Qué les parece?

Solidariamente