(Nota
respecto a las fotografías: por
omisión algunas de ellas aparecen fechadas el 01/01/2001. Todas
fueron tomadas en enero del 2002. Sólo se fotografiaron aquellos
residentes que lo desearon).
La
comunidad terapéutica Manresa del Hogar de Cristo acoge integralmente con
eficiencia y amor a personas en situación de riesgo, peligro o daño;
con la finalidad de facilitarles un proceso de autonomía que les permita
tomar sus propias vidas con responsabilidad. La
comunidad terapéutica es un lugar de acompañamiento, residencial
en el cual se promueve la reeducación y reinserción social de jóvenes,
tanto hombres como mujeres que presentan, entre otras situaciones, consumo de
drogas. La comunidad facilita en ellos la construcción de un proyecto de
vida y el logro de la autonomía sobre la base de valores pro-sociales.
Al mismo tiempo fomenta la reinserción familiar y educacional de adolescentes
mujeres a través de la consolidación en ellos de hábitos
y habilidades sociales.
Manresa
se divide en dos comunidades: Manresa Femenino y Manresa Masculino.
Manresa
Femenino, entrega una alternativa residencial de reeducación a mujeres
entre 14 y 30 años de edad.
También
pueden ingresar al programa estando embarazadas y aquellas residentas que tengan
hijos en edad preescolar cuentan con la posibilidad de permanecer con sus hijos
durante su tiempo en la comunidad. En el proceso de tratamiento es importante
la vinculación y apoyo de la familia de las residentas, ya que existen
actividades de trabajo específico para ellos. Además del trabajo
terapéutico, se realizan actividades vinculadas al área de educación
(regularización de estudios, actividades artísticas, deportivas)
y de Talleres (mantención y autogestión).
La
Comunidad Manresa Masculina, también entrega una alternativa residencial
de reeducación a varones entre 18 y 30 años de edad, con una modalidad
de tratamiento similar a la desarrollada en la Casa Femenina.
La
alegre y joven directora.
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Isabel
Robles
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María
Angélica Barrera, secretaria de Isabel
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Viviana
Sánchez, Secretaria del Centro
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La
educadora Andrea Serrano y su hija
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El
educador Julio Gamboa, quien mostró el centro a Chicureo.com
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La
educadora Elizabeth con un residente.
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La persona encargada
de dirigir esta comunidad es María Isabel Robles, que por lo cierto es
una morena muy atractiva. Trabaja en el Hogar de Cristo hace 10 años y
en Manresa desde marzo del 2001. También nos contó que: "Soy
de profesión asistente social y la gran parte de mi formación laboral
la he realizado en comunidad terapéutica". Partió trabajando
con adolescentes, también en un sistema de reeducación. Respecto
al por qué tomó esta especialidad en su carrera nos dijo: "Fue
algo bien al azar, aunque cuando estaba estudiando me gustó mucho el tema
adolescentes, de hecho, mi primera práctica profesional la realicé
en ese tema y fue super motivante". En
cuanto a la elección del nombre Manresa, María Isabel Robles nos
dijo que se escogió porque es una localidad de España en la que
San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús,
realizó sus ejercicios de conversión. Y sobre cómo y cuando
surge Manresa María Isabel dice: "En 1992, el Hogar de Cristo se hace
cargo de esta comunidad que estaba administrada por otras personas y que en aquella
época se ubicaba en Quilicura. De ahí en adelante un equipo de profesionales
comienza a trabajar de acuerdo a la misión del Hogar de Cristo".
Primero
se crea la comunidad masculina y en el año 1996 la femenina como una
necesidad, ya que en la realidad no existían muchas alternativas de reeducación
residenciales para mujeres. Las casas del hogar están construidas una al
lado de la otra separadas por un bello jardín.
Los
hogares de rehabilitación
En
Manresa masculino hay capacidad para 60 residentes, pero la situación de
las mujeres es distinta.
La
comunidad femenina tiene una capacidad para 40 residentes y 20 niños. Es
construida a raíz de dos tremendas necesidades; al respecto la directora
expresa: "Primero, las mujeres no se acercaban a alternativas de rehabilitación
por el hecho que eran sistemas mixtos con mayoría de varones. Y segundo,
que muchas de las mujeres no tenían posibilidades de pedir ayuda por el
hecho de tener hijos pequeños y no tener con quien dejarlos. Así,
Manresa surge como un espacio de respuesta a estas características de la
mujer y además con la alternativa de poder venir a hacer el tratamiento
con sus hijos".
Con
este fin se creó un espacio de sala cuna y jardín infantil para
los hijos de residentes en edad preescolar.
En
cuanto al tratamiento.
El
proceso de tratamiento comprende 5 etapas, cada una de ellas con objetivos específicos.
En ellas se promueve una adecuada integración a la comunidad, de manera
que el residente pueda profundizar en la propia intimidad y elaborar su proyecto
de vida de acuerdo a valores.
Las etapas son las siguientes:
Compromiso:
se provee al o la joven de un espacio de acogida que permita su inserción
en la comunidad. La persona debería desarrollar una actitud de compromiso
con la propia existencia y predisposición a cambiar características
personales, en un entorno de vida comunitario.
Sinceridad:
durante esta etapa, se pretende que el o la joven vivencie un proceso que le permita
elaborar y profundizar algunos de sus principales conflictos, y que desarrolle
un esfuerzo por conocer y apropiarse de valores tales como honestidad, responsabilidad,
solidaridad y amor responsable.
Responsabilidad:
aquí, la persona es capaz de adquirir gradualmente mayores obligaciones
y responsabilidades consigo misma y los demás. Debe coordinar grupos de
trabajo, dar ejemplos, manteniendo una actitud de apertura y respeto hacia los
demás, guiar a sus nuevos compañeros y reconocer problemáticas
no superadas y trabajarlas.
Proyección: esta es la última etapa que contempla la fase residencial
de comunidad. En ella se intenta que la persona analice, en profundidad su proceso.
El o la joven debe estructurar un proyecto de vida que asuma su realidad personal
y familiar, así como desprenderse de la Comunidad Terapéutica sin
olvidar lo adquirido en ella.
Reinserción:
es la última fase del proceso reeducativo. Ella se realiza fuera del ámbito
residencial, lo que no implica que la persona se desvincule de la Comunidad Terapéutica.
Ahora debe profundizar en la ejecución de su proyecto de vida, procurar
asumir la vida con responsabilidad e integrar diferentes aspectos de sí
mismo y de la realidad.
Todos
merecemos una oportunidad en la vida y estos jóvenes aún la tienen.
Si localiza a alguien con problemas llame al 188 800 200 200. Pero para poder
ayudarlos más aún, recuerde que el Hogar de Cristo posee diversas
maneras como: sistema socio puerta a puerta, sistema 1+1 dirigido a empresas y
sus trabajadores y el ajuste sencillo en supermercados, entre otros. Así
es que, si desea ayudar ya sabe como hacerlo.
Texto
y fotografía: Gina Tavano Delahay.
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