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EL SUDARIO DE
OVIEDO
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Fuente:
http://www.ctv.es/USERS/linteum/oviedo.html |
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En
la Catedral de Oviedo (capital del Principado de Asturias. España)
se venera, desde la época medieval un lienzo de lino que, según
la tradición, fue colocado sobre el rostro de Jesucristo en
el descendimiento de la cruz y hasta su definitivo entierro.
El
Santo Sudario de Oviedo es una tela blanca en origen, de lino,
con textura tafetán manchada, sucia y arrugada. Tiene forma
rectangular, aunque con alguna irregularidad, y mide 83 por
53 cms. aproximadamente. Presenta numerosísimas manchas de
diversos tonos, de color fundamentalmente marrón claro. Se
le denomina tradicionalmente "Santo Sudario" o "Santo Rostro"
a pesar de que en él no se puede apreciar rostro alguno.
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¿QUÉ AFIRMA LA TRADICIÓN SOBRE EL SUDARIO?
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En
los primeros años del cristianismo, se veneraron en JERUSALÉN
una serie de reliquias de Jesús y de Sta. María, que los apóstoles
habrían guardado en un arca de cedro.
Ante
la invasión de los Persas, mandados por Cosroes II, en el
614, se hizo necesario ponerlas a salvo. El presbítero Filipo
fue el encargado de llevar hasta ALEJANDRÍA el arca con las
reliquias.
El
empuje de los persas en África dio lugar a nuevos traslados,
y, a través de ellos, terminó llegando a España. El obispo
de Ecija, S. Fulgencio, acogió a los huidos, que llegaron
a la península por CARTAGENA, y puso en manos de S. Leandro,
obispo de SEVILLA -su superior y hermano- el "Arca Santa".
Es bien conocido que S. Isidoro sucedió en la sede hispalense
a Leandro y fue maestro de S. Ildefonso. Cuando este último
fue nombrado obispo de TOLEDO llevó consigo a la capital del
reino Hispano-Visigodo el arca de las reliquias.
El
Diccionario Eclesiástico de España señala la presencia de
la misma en los primeros años del S. VII.
En
la primera mitad del S. VIII, una nueva arca -de roble- sale
de Toledo en dirección al norte, esta vez coincidiendo prácticamente
su traslado con la invasión musulmana y llegando a ASTURIAS
-según diversos autores- entre el 812 y el 842.
Para
albergar tal tesoro, Alfonso II el Casto mandó construir la
llamada "Cámara Santa", que inicialmente sería la capilla
de su palacio, y que hoy se halla incorporada a la Catedral
gótica que se edificó posteriormente. Desde ese momento la
denominada "Arca Santa" y su contenido han recibido la veneración
constante de los asturianos, a pesar de las diversas vicisitudes
históricas.
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SU PRESENCIA
EN OVIEDO |
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Que
el Sudario está en Oviedo desde muy antiguo es algo indiscutible.
En 1075, con ocasión de la visita del Rey Alfonso VI se procedió
a la apertura del Arca y la realización de un inventario de
los distintos objetos guardados en ella. El monarca ordenó
que se la recubriera de plata como homenaje a su precioso
contenido. En el recubrimiento del Arca Santa podemos leer
la fecha de su realización (el año 1113) y la relación del
contenido que atesoraba. Se menciona expresamente "el Santo
Sudario de N. S. J. C.". Desde ese momento son constantes
las referencias documentales al Sudario, puesto que se hicieron
diversos inventarios.
No
hay circunstancia alguna que permita dudar de la permanencia
ininterrumpida de la reliquia en Asturias. Aunque en la
actualidad no es excesivo el conocimiento que se tiene de
ella entre la población española, esta situación es radicalmente
distinta a la de tiempos pasados. Su fama llegó a ser tal
durante la Edad Media que, a pesar de la dificultad que
suponía atravesar el macizo montañoso que separa Asturias
de Castilla, muchos peregrinos se desviaban del Camino francés
a Compostela para acercarse a San Salvador de Oviedo (la
Catedral) y venerar el "Arca Santa" de las reliquias.
La
veneración al Sudario, ha sido continua; basta recordar
cómo ha llegado hasta nuestros días el insólito privilegio
de dar la Bendición con el "Santo Sudario" a los fieles
que llenan la Catedral en días señalados: el Viernes Santo,
y en la octava del jubileo de la Santa Cruz. Sólo en estas
ocasiones se puede ver el Lienzo.
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¿SE USÓ UN SUDARIO
EN EL ENTIERRO DE CRISTO? |
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En
la época de Jesús un sudario era un pañolón (equivalente, aunque
algo mayor a uno de nuestros pañuelos actuales) que usado como
una pequeña toalla, servía para quitarse el sudor de la cabeza
o limpiarse la cara en caso de necesidad. La Enciclopedia Universal
Judía recoge la prescripción según la cual cuando un cadáver
tenía desfigurado o mutilado el rostro era imprescindible que
este fuera cubierto con un velo para ocultarlo a los ojos de
la gente. No es extraño que se empleara para este menester el
pañolón -sudario- que se tenía a mano (en ocasiones enrollado
en la muñeca) y que se colocara sobre el difunto aun antes del
entierro.
Por
otra parte sabemos que uno de los "lienzos funerarios" empleados
en enterramientos judíos es el sudario, y que cubre exclusivamente
el rostro. San Juan en su evangelio menciona en dos ocasiones
un sudario sobre la cabeza de un cadáver. En el relato de
la resurrección de Lázaro (Jn 11,44) dice que salió el muerto
"atado de pies y manos y envuelta la cabeza en un sudario"
pero el texto evangélico más importante del Apostol en este
punto es el Cap. XX. En sus versículos 6 y 7 distingue claramente
entre los lienzos en los que fue envuelto el cadáver (entre
ellos, lógicamente, la Sábana que mencionan los evangelios
sinópticos) y "el sudario que había estado sobre su cabeza".
A
pesar de que en francés y en español se denomina -a veces-
Santo Sudario a la Síndone, sólo impropiamente se puede llamar
sudario a la sábana utilizada para envolver el cuerpo entero
en un enterramiento hebreo.
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ESTUDIOS CIENTÍFICOS |
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El
iniciador de los estudios científicos sobre el sudario fue Mons.
Giulio Ricci (miembro de la curia vaticana y Presidente del
"Centro Romano di Sindonología") quien ya lo menciona en la
2ª edición de su libro "L'UOMO DE LA SÍNDONE È GESÚ" (1969).
La quinta edición de este libro amplia considerablemente su
estudio. Sus aportaciones se pueden resumir en las siguientes
notas:
-
Compatibilidad evangélica entre la Síndone y el Santo Sudario.
S. Juan habla, en el Cap. 20 de su Evangelio, de "lienzos"
por una parte y de "sudario" por otra. Plantea una posibilidad
nueva: que tal lienzo se hubiera usado para cubrir el rostro
de Jesús desde el Gólgota al sepulcro y, una vez allí fuera
colocado en un lugar.
-
Estudio geométrico de las manchas que aparecen en el Santo
Sudario: Descubre que existen en ambas caras del lienzo (por
haberse filtrado) dos de tamaño grande, prácticamente simétricas,
y aparentemente producidas al aplicar el lienzo sobre un rostro
ensangrentado.
-
Compatibilidad entre las manchas del Sudario y el Rostro impreso
en la Síndone: Comprueba que se produce una compatibilidad
muy buena y numerosos detalles coinciden.
Por
su parte -y a instancia de Ricci- el eminente palinólogo suizo
Prof. Max Frei realizará un informe pericial tras su visita
a Oviedo en 1979. Frei encontró polen de seis especies de
plantas coincidentes con las halladas sobre la Síndone -dos
de ellas características de Palestina-. Otros restos palinológicos
se identificaron como procedentes de plantas del norte de
África (que no existen en la Síndone) y observó la ausencia
de especies de la zona de Turquía y resto de Europa (muy abundantes
en el lienzo de Turín).
En
1985, el Dr. Baima Bollone. Realizó un estudio fotográfico
(180 fotografías con luz normal y 144 con película infrarroja),
se tomaron nuevas muestras con cintas adhesivas -especialmente
de zonas manchadas- y se sacaron 7 cabos de hilo pequeños
del interior de las manchas y 12 de los salientes de la tela
para realizar un análisis hematológico. Determinó que el grupo
sanguíneo era el AB.
Igualmente
en el Congreso de Siracusa se dio a conocer el estudio de
Franca Pastore Trosello que comparaba la estructura textil
de Síndone y Sudario. Afirma que los hilos de ambas reliquias
tienen igual composición (idéntico grosor de fibras, hilado
a mano y torcedura en "Z"), pero han sido tejidos de diferente
manera: sarga en espiga para la Síndone y trama ortogonal
(tafetán) para el Sudario.
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NACE EL EDICES
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Estando
las cosas en este punto se constituye en Valencia el CENTRO
ESPAÑOL DE SINDONOLOGÍA (C.E.S.) en 1987.
La
idea concreta de la realización de un estudio interdisciplinar
sobre la reliquia asturiana partió del Ingeniero D. Guillermo
Heras, quien, poco tiempo después fue nombrado Jefe de la
sección de investigación científica del Centro Español de
Sindonología, con lo que este Centro asumía plenamente el
proyecto. Comienza entonces a materializarse la idea de constituir
el EDICES (Equipo de Investigación del C. E. S.).
Paralelamente,
y con el único apoyo gráfico de las fotografías publicadas
por Ricci, el Dr. Alan D. Whanger presenta en el III Congreso
Internacional de Sindonología de Bolonia (Italia), (Mayo de
1989) un estudio que incluye un apartado relativo al Sudario
y afirma que ha encontrado más de cien puntos de coincidencia
entre las manchas de la Síndone y ésta reliquia.
El permiso oficial, a favor del Centro
Español de Sindonología, para la realización coordinada de
pruebas científicas sobre el Santo Sudario se otorga en sesión
del Cabildo de la catedral de Oviedo el 9 de Noviembre de
1989. Miembros de nuestro Equipo de Investigación se desplazaron
hasta la Capital del Principado los días 9 a 11 de Noviembre
de 1989 y 16 a 18 de Febrero de 1990 con el propósito de recoger
los primeros datos.
Estos
primeros trabajos constituyeron la base de la ponencia presentada
en las III Jornadas Nacionales sobre la Sábana Santa celebradas
en Valencia el 25 de Marzo de 1990. Y las primeras conclusiones
fueron presentadas ante un foro internacional en el Congreso
de Sindonología celebrado en Cagliari (Cerdeña. Italia) el
30 de Abril del mismo año. Los ponentes fueron D. Guillermo
Heras, el Dr. D. José Delfín Villalaín, y D. Jaime Izquierdo.
La
ponencia del Dr. Carlo Goldoni al II Simposium Científico
Internacional sobre el Lienzo de Turín -Roma. 12 de Junio
de 1993- corrobora una vez más que el grupo sanguíneo más
probable del Hombre del Sudario es el AB.
En
Octubre de 1993 y con el título "El Santo Sudario de Oviedo"
se presentó una comunicación de algunos de los aspectos más
destacados de la investigación en el "II Congreso Nacional
de Paleopatología" celebrado en la Facultad de Medicina de
Valencia. Los firmantes fueron, junto al mencionado D. Guillermo
Heras, el Dr. D. José-Delfín Villalaín, el Dr. D. José Antonio
Sánchez, y D. Jorge-Manuel Rodríguez.
Todos
estos estudios científicos fueron expuestos el 29, 30 y 31
octubre de 1994 en el "I CONGRESO INTERNACIONAL SOBRE EL SUDARIO
DE OVIEDO" celebrado en esa ciudad. El libro de Actas de dicho
congreso ha sido publicado recientemente. No podemos recoger
en estas páginas la totalidad de los análisis realizados (las
actas del Congreso se pueden pedir a nuestra sede) nos limitamos,
a continuación a recoger los resultados y conclusiones más
relevantes:
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CONCLUSIONES
DEL ESTUDIO HEMATOLÓGICO FORENSE REALIZADO POR EL E.D.I.C.E.S |
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1.-
El Sudario de Oviedo es una reliquia que se venera en la Catedral
de Oviedo desde muy antiguo que muestra una serie de manchas
originadas por sangre humana, del grupo AB.
2.-
Este lienzo está sucio, arrugado, parcialmente roto y quemado,
está manchado y tiene un elevado nivel de contaminación pero
no muestra signos de manipulación fraudulenta.
3.-
Parece ser un lienzo mortuorio que, con toda probabilidad,
estuvo colocado sobre la cabeza del cadáver de un hombre adulto,
normalmente constituído.
4.-
El Hombre del Sudario tenía barba, bigote y pelo largo, recogido
en la nuca en coleta.
5.-
En la zona suboccipital, presentaba una serie de heridas punzantes,
producidas en vida, que habían sangrado alrededor de un hora
antes de colocar el lienzo mortuorio sobre ellas.
6.-
Su boca estaba cerrada y la nariz aplastada y desviada hacia
la derecha por la presión de lienzo mortuorio.
7.-
Dicho sujeto era cadáver. El mecanismo de formación de las
manchas es incompatible con cualquier posible movimiento respiratorio.
8.-
El Hombre del Sudario padeció un gran edema o encharcamiento
pulmonar como consecuencia del proceso terminal. Sobre el
lienzo que estuvo en contacto con la cara del cadáver, aparecen
numerosas manchas originadas por líquido de edema pulmonar
y sangre en la proporción 6:1 producidas en momentos distintos
y consecutivos.
9.-
Ocurrida la muerte, el cadáver estuvo en posición vertical,
en torno a una hora, y tenía, al menos, el brazo derecho levantado
y la cabeza flexionada 70 grados hacia adelante y 20 grados
a la derecha en relación a la vertical.
10.-
Posteriormente, sin alterar la posición de los brazos fue
colocado en decúbito prono lateral derecho, manteniendo el
giro de la cabeza 20 grados a la derecha y colocando ésta
a 115 grados respecto a la vertical, con la frente apoyada
sobre una superficie dura, posición en la que se le mantuvo
alrededor de 45 minutos.
11.-
Posteriormente el cadáver fue movilizado al tiempo que una
mano ajena, en diversas posiciones trataba de contener la
salida de líquido serohemático por la nariz.
12.-
Por último fue colocado en decúbito supino.
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HIPÓTESIS SOBRE
LA COLOCACIÓN DEL SUDARIO |
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Teniendo
en cuenta todo lo anterior y de acuerdo con los experimentos
hechos en la Facultad de Medicina de Madrid, se puede establecer
la siguiente hipótesis contrastada:
El Hombre del Sudario de Oviedo murió
torturado, tras desarrollar un importante edema de pulmón
agudo, como consecuencia de estar colgado (en posición vertical,
cabeza inclinada hacia delante), sujeto por los brazos de
tal manera que la sujeción permitía el juego de la articulación
del codo, y los pies colocados de forma que le resultaba muy
difícil apoyarse en ellos para respirar, pero sin embargo
podía hacerlo. Es decir, no tenía los pies colgando, (hubiera
muerto rápidamente y no le hubiera dado tiempo a generar tanto
líquido como consecuencia de los esfuerzos para respirar)
pero tampoco podía apoyarse en ellos cómodamente porque entonces
no le hubiera costado tanto esfuerzo respirar.
El
cuerpo pudo quedar colgando de los brazos, con la cabeza inclinada
hacia el pecho y hacia la derecha, de manera que el mentón
lo toca y la cabeza con su plano medio, paralelo al pecho
y espalda, casi horizontal. En esta postura la mejilla derecha
queda casi tangente al hombro derecho.
Muy
poco tiempo después de morir se le colocó el Lienzo de Oviedo
rodeando la cabeza de la siguiente manera:
Se
comenzó a colocar por la parte posterior de la cabeza, donde
se observan unas heridas puntiformes con sangre que debió
manar, aproximadamente, una hora antes (cuando todavía estaba
vivo el Hombre del Sudario) enjugando la sangre existente.
Se sujetó al pelo largo -siguiendo una especie de coleta-
con unos elementos punzantes parecidos a los actuales alfileres,
pero de mayor diámetro.
A
continuación, el Lienzo envolvió todo el lado izquierdo del
Rostro, la barba y llegó hasta el lado derecho. Dada la posición
de las manchas que define la posición de la cabeza, al llegar
a entroncar con la mejilla derecha se dobló el Lienzo sobre
sí mismo y se unió, con los elementos punzantes antes mencionados,
a la barba.
El
lienzo así vuelto pasa doble por delante de la cara; la parte
que sobra se recoge, doblado en tres, sobre la parte izquierda
de la cara, completándose la operación con los alfileres o
similares cerrándose finalmente sobre la cabeza hacia detrás.
Esta postura necesita para ser estable que el brazo derecho
esté elevado de manera que casi se pueda apoyar la mejilla
derecha en la cara anterior del hombro, ya que si no es así
quedaría el Lienzo en una posición inestable y absurda, dado
que si no hay brazo que lo impida, la propia postura demanda
que el Lienzo hubiera rodeado la cabeza completamente y no sólo la parte izquierda.
A
continuación, el cadáver fue colocado en decúbito prono lateral
derecho durante unos cuarenta y cinco minutos, y posteriormente
levantado boca arriba. Al moverlo y elevar los pies por encima
del plano de la nariz y boca, se produjo una efusión de sangre
que se intentó detener por alguna persona presente, presionando
con fuerza ambos orificios con su mano izquierda por encima
del Lienzo. El cadáver fue transportado a algún lugar cercano,
(el trayecto duró minutos), y allí el Lienzo permaneció rodeando
la cabeza del cadáver.
Por
último, éste fue vuelto a mover una vez más y cuando finalizó
ésta última operación, el que llamamos "Sudario de Oviedo"
le fue retirado del Rostro. Después -muy posiblemente- volvería
a ser depositado sobre la cabeza ya amortajada.
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REFERENCIAS |
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(1) HERAS,
G. y VILLALAÍN, J. D.- El Sudario de Oviedo y sus relaciones
con la Sábana Santa. Ponencia a las III Jornadas Nacionales
sobre la Sábana Santa de Turín. Sesión sobre "Investiga-ciones
recientes". Valencia, 25 de marzo de 1990.
(2) HERAS, G. VILLALAÍN, J.
D. e IZQUIERDO, J.- El Sudario de Oviedo y la Síndone de Turín,
_ Dos reliquias complementarias. Comunicación al V Congr.
Naz. di Studi sulla Síndone. Cagliari, 20-30 de abril, 1990.
(3). ID. ID. ID. Línteum,
Número Monográfico, Diciembre 1990.
(4) VILLALAÍN J. D. y HERAS,
G.- El Sudario de Oviedo, nueva vía de investigación. Ciclo
de Conferencias: "La Sábana Santa, un misterio que permanece".
Museo de la Ciudad. Valencia, 22 de diciembre de 1991.
(5) RODRÍGUEZ, J., HERAS,
G. y VILLALAÍN, J. D.- Estado actual de la investigación acerca
de El Santo Sudario de Oviedo. Mesa Redonda. Centro Asturiano
de Madrid, abril, 1992. Rev. de Información del Centro Asturiano.
233: 3, 1992.
(6) BAIMA BOLLONE.- IV Congr.
de Sindonología. Siracusa, 1987.
(7) VILLALAÍN, J. D. Policía
Científica. T. II. pag. 175. Madrid, 1981.
(8) MORALES, A. de.- Viaje
de ... por orden del rey D. Phelipe II a los reinos de León,
Castilla y Principado de Asturias. Ed. M. Florez. Madrid,
1765.
(9) RODRÍGUEZ, J. y CHIRIVELLA,
J. (Coords.).- El Sudario del Señor -"Sudarium Domini"-. Actas
del I Congreso Internacional sobre el Sudario de Oviedo. Ed.
Excmo. Cabildo de la S.I. Catedral Basílica Metropolitana
de Oviedo, 1996.
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