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Viernes, 11 Enero, 2008
Por don Carlos Ruiz-Tagle
De Mermoz a la Fach
Artículo publicado en su Antología de Colina de 1986 referente al ex Regimiento de Artillería Antiaérea.

Notas de Kiko Benítez, maestroweb@chicureo.com: A pesar que se le menciona al pasar, parece ser que efectivamente Saint-Exupéry sí estuvo y varias veces en Colina. Más bien resulta imposible que no haya estado después de su larga experiencia en Argentina y la Patagonia, trabajando con Mermoz y Guillaumet para la Aéropostale. Recordemos que entonces era todo un desafío el cruce de Los Andes. En Chile el "Lycée de l'Alliance Française" lleva su nombre y un busto de Saint-Exupéry, por Madeleine de Tazenas, se muestra en la plaza Santiago-du-Chili en Paris.

Hay otro francés no mencionado en el artículo cuya oficina estuvo a cargo del diseño de uno o más hangares y, seguramente, de algunas otras construcciones metálicas en la base. Se trata de Eiffel.

Una posible corrección a Ruiz-Tagle: yo mismo, de cadete en campaña en Peldehue en 1967, vi bastante actividad de paracaidistas en la zona, por lo que ésta se habría iniciado antes de 1970.

La base fue trasladada a Quintero el año 2003.

La placa dice: Fuerza Aérea de Chile, Regimiento Escuela de Artillería Anti Aérea ¿10 de mayo de 1949?

Presentación

Hubo una época particularmente apasionante de la aviación, y fueron las primeras décadas de este siglo. Chile tuvo una destacada participación en los principios de estas tareas heroicas y arriesgadas. Hay que leer, para recordar ese tiempo de gloria, la Historia de la Aeronáutica Chilena de Enrique Flores Álvarez. Y este francés Mermoz que solía aterrizar en Colina en 1929, era un poco chileno. Colina reúne una serie de factores que la hacen adecuada para tener una Base Aérea:

—Está cercana a Santiago
— Tiene microclima, cuando hay neblina despeja a media mañana.
— Es un punto intermedio con Mendoza.

En la Base Aérea conocemos al comandante, el coronel Antonio Braghetto, quien con una serenidad increíble nos habla de los paracaidistas.

Conversar con él es una lección de cultura europea. Con razón tiene muy cerca a Italia en la sangre.

DE MERMOZ A LA FACH

El francés se mantuvo siempre vigente como primer idioma en la señalizaciones.

La Base Aérea de Colina tiene un pasado romántico y heroico que la vincula nada menos que al francés Jean Mermoz, pionero de la aviación mundial. Actualmente su nombre es venerado por los aviadores chilenos que trabajan en el recinto, y hay una placa que recuerda su nombre.

El 15 de julio de 1929 Mermoz, en su biplano de la Compañía Francesa Aeropostal, efectuó el vuelo inaugural Buenos Aires - Mendoza - Santiago como prolongación de la ruta Francia-América del Sur, creada en 1918.

De la Compañía Francesa Aeropostal pasó a la Air France que en 1943 lo cedió a la Fuerza Aérea de Chile. Dos años después llegó el Grupo de Aviación Número 4 que estuvo formado por 24 Oficiales y 120 hombres. Se trataba de un grupo de bombarderos que anteriormente estaba en El Bosque.

En la Base queda el recuerdo de los pilotos franceses y el Coronel (R) Jorge Domingo Vásquez cree que el gran piloto y gran escritor Antoine de Saint-Exupéry, autor de El Principito, estuvo también en Colina. Otro aviador francés de la misma promoción, Pierre Delay, vivió hasta 1945 en una casita cercana a la Base.

El pequeño edificio de la Comandancia, con la oficina del Comandante en el 2º nivel. Nótese el globo meteorológico sobre el techo y la gran escala para uso ceremonial. El oficial en la foto superior fue nuestro anfitrión.

Más de un lector se preguntará por qué se eligió Colina para una Base Aérea. En primer lugar por su cercanía con Santiago porque, tal como nos ha dicho el Coronel (R) Sergio Torres Saavedra el terreno es una gran planicie con microclima, cuando hay neblina despeja siempre como a las diez de la mañana, y con Mendoza es un punto intermedio.

Para la ciudad de Colina es importante la Base, por la permanente acción Social que ésta realiza en favor de la Comunidad y por la importancia de su requerimiento al comercio de ésta.

En la Enfermería de la Base, hasta se han atendido partos de urgencia. También, y esto es importante y beneficia a la ciudad, funciona CONAPRAN, Consejo Nacional de Protección a la Ancianidad, institución estrechamente vinculada con la FACH y presidida por la esposa del General MATTHEI. La esposa del Cmdte. de la Base, preside esta organización en la Provincia de Chacabuco.

Junto con nacer la Fuerza Aérea de Chile, en 1930 nace el único Regimiento de la FACH, el Regimiento Escuela de Artillería Antiaérea. En 1956 se viene a Colina, en cuya Base Aérea es muy importante la instrucción y el material Antiaéreo. Actualmente puede decirse que está de moda la Defensa Antiaérea en todo el mundo y en especial los misiles.

En los 54 años de vida institucional la Base ha tenido destacados jefes, actualmente la comanda el coronel Antonio Braghetto. Es un hombre reposado, inteligente con una educación que parece netamente europea. Gracias a él tenemos ocasión de asistir a una demostración de paracaidismo.

En realidad, en la Base, todos hacen paracaidismo y gracias a las precauciones tomadas hay poquísimos accidentes. Cuando saltan los paracaidistas se encuentra presente en la fiesta un helicóptero ambulancia por si ocurriera algo.

Entrevistamos a los paracaidistas que se tiraban por primera, por segunda, por tercera, en fin las primeras veces. Ellos fueron los jóvenes Vittorio Gallegos, Aldo Carbone, Leonar de Romanini, Carlos Cárdenas, Roberto Mancinelli.

Coincidieron en algunas cosas, en otras no.

Se lanzaban desde 4.000 metros de altura con una información adecuada de vientos que se las transmitía el maestro de salto, o sea el que mandaba el avión en el aire. El ubicaba la posición, le daba el rumbo al piloto y determinaba el momento adecuado para lanzarse.

Los paracaidistas tienen exámenes médicos completos y periódicos y controles mediante test psicológicos. Varios de ellos dijeron que cuando más disfrutaban del salto era cuando el paracaídas aún no se había abierto. En ese o en esos momentos, se sentían muy cerca de Dios.

Las mamás de los jóvenes paracaidistas, los cuales han pasado recién la veintena, vivían aterradas y más o menos histéricas con esta vocación de sus hijos. Lo único que querían era que la dejaran para dedicarse a otro oficio más tranquilizador. Los papas, en cambio se sentían admirados y orgullosos y deseaban llegar a la Base para verlos saltar.

Los jóvenes dijeron que lo principal, en el momento de tirarse, era no pensar en nada. "El que piensa, no salta". Todos estaban de acuerdo de que era muy lindo vencer el miedo. Al lanzarse algunos miraban para abajo desde que recién habían dejado el avión, pero por lo general eso no era aconsejable.

Resulta ejemplar la confianza que tienen estos jóvenes en sus instructores y en los materiales con que están hechos sus equipos. El paracaidismo empezó en la Base de Colina en 1970, ya hace 16 años. Parece estar en su apogeo a juzgar por lo que vimos en estos jóvenes que no parecen tenerle miedo a nada. Ni siquiera a saltar desde 4.000 metros de altura. Fin del artículo en la Antología de Colina.

Imágenes de la Base
las fotografías fueron tomadas por Kiko Benítez en alguna fecha entre diciembre del 2000 y enero del 2001. Probablemente fueron analógicas digitalizadas, o con una Agfa CL30 Click. Da lo mismo el caso, los originales están, lamentablemente, perdidos. No se publicaron en su momento porque quedamos a la espera de un documento de la FACH con antecedentes sobre el origen de la base, pero vino todo el asunto del traslado a Quintero, y el artículo quedó traspapelado.
Placa conmemorativa

Arriba a la izquierda, una "santabárbara" (polvorín). Nótense los gruesos bloques de tierra que protegen los muros y la moderna toma de aire. A la derecha, la capilla dedicada a "Santa Bárbara" en el Regimiento.
Arriba a la izquierda, una cancha de entrenamiento. Atrás antes de los eucaliptus, una torre para prácticas de saltos. A la derecha, cuartel de los Comandos de la Fuerza Aérea.,

Arriba a la izquierda, el portón de un hangar, el vehículo da una idea de su altura. A la derecha, el ingenioso sistema de correderas para los enormes portones.
Arriba a la izquierda, dos de los vehículos Peugeot con armamento antiaéreo. A la derecha, la máscara de un ALM-ACMAT (Ateliers de Construction Mécanique de L'Atlantique), lanza cohetes. Todas marcas francesas, vous comprendrez.

Arriba, instalaciones para cuadras y oficinas en fierro, con entretenidos sistemas de ventilación y refrigeración.
Arriba a la izquierda, la guardia del acceso al regimiento. A la derecha, un cabezal de la pista de aterrizaje.

Arriba y abajo, vistas del Casino de Oficiales "Jean Mermoz".

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